Existen múltiples causas dentro de las cuales se caracterizan: origen bacteriano, viral, fungíco (hongos), alérgico, masas o tumores entre otras. El tratamiento cambia considerablemente dependiendo de la causa , pero el principio básico de tratamiento es disminuir la inflamación de las estructuras intranasales, para permitir recuperar el drenaje normal de las secreciones nasales.

Los síntomas más comunes son la obstrucción y congestión nasal, producción de moco verde o amarillento, estornudos a repetición, escurrimiento posterior, mal aliento, mal olor nasal, dolor facial, dolor de cabeza, dolor ocular o retrocular, fiebre, malestar general, tos seca o con moco, moco sanguinolento, producción de costras nasales, congestión ocular asociada.

Cuando el paciente no responde al tratamiento médico, la cirugía es una opción donde el objetivo principal es restablecer el drenaje de las secreciones, evitando la recurrencia de estas infecciones y/o obstrucciones al flujo de aire nasal, actualmente se realizan las intervenciones por vía endoscópica como técnica mínimamente invasiva que disminuye el tiempo de incapacidad posterior a la cirugía. También los tumores a este nivel son causa de múltiples alteraciones y deben ser resecados mediante cirugía endoscópica nasal con posteriores seguimientos a largo plazo.